Ahora los pueblos

Una plaza
Una plaza
La gente
La gente

Un matrimonio me contaba los otros días que, viajando en el auto con su hijo por una de nuestras rutas catamarqueñas, éste les hacía notar que en el medio de la nada, había un poste de luz con un foco en la parte superior. El chico les preguntó qué sentido tenía esa luminaria en aquel lugar, cuando no había nada cerca. Los padres le advirtieron que al costado de la ruta y algunos metros hacia adentro, tapado por el monte, había un caserío. Seguramente para la gente que vivía allí, era muy importante su ubicación.

La provincia de Catamarca, en toda su geografía, tiene innumerables pueblitos a la vera de las rutas y al pasar por estos lugares nos preguntamos, al igual que ese chico: ¿Cómo hacen para vivir allí? ¿Cómo hacen para subsistir?

Vino a nuestras mentes esta anécdota, durante la visita de la licenciada Alejandra Anello al programa de radio “A vos, Ciudad”. Ella es Directora de Gestión, Coordinación y Supervisión de Programas y Proyectos de la Administración del Hábitat de Catamarca. En esta oficina están llevando a cabo, desde hace un tiempo, un programa que se llama “Ahora los Pueblos”.

Hay que destacar que la Administración del Hábitat se conformó a partir de una serie de programas, tanto federales como provinciales, destinados a cubrir las necesidades urbano-habitacionales de los sectores sociales más vulnerables y carenciados. Por lo tanto, la oficina del Sistema de Información Integral para el Hábitat, trabaja en forma coordinada con la dirección antes mencionada, para evitar la superposición de programas en un mismo beneficiario, inclusive con la demanda del IPV.

Coincidíamos en la radio, que los pueblos de muchas de nuestras provincias del país están comenzando a “despoblarse”, precisamente. La gente se va de “su lugar” buscando otros horizontes. Les atrae las ciudades, ya que piensan que en ellas encontrarán las oportunidades que no vislumbran en sus terruños.

Es curioso, pero un fenómeno parecido sucede en España (salvando las distancias económicas por supuesto) ya que muchos pueblitos de aquel país del norte se están vaciando de gente. Para revertir esta situación, el gobierno español viene desarrollando desde hace mucho tiempo una serie de estrategia, incentivando la instalación de familias, sobretodo que tengan niños, para que estos lugares vuelvan a tener vida y para que, literalmente, “no desaparezcan del mapa”. Evidentemente, es un fenómeno global.

Como nos contó la licenciada Anello, el programa “Ahora los Pueblos”, fue una iniciativa del Gobernador de la Provincia, quien convocó a los organismos que componen el Poder Ejecutivo con vistas a combatir el flagelo de la pobreza, sobre todo en las poblaciones rurales de escasa densidad (alrededor de 300 habitantes), con mayor grado de vulnerabilidad social y lejanía a los centros urbanos. Luego se invitó a sumarse a los demás poderes del Estado y las fuerzas vivas de la sociedad, a los Municipios del Interior, Asociaciones, ONGs, etc.

Según datos de la Administración del Hábitat, se invirtió en este programa (entre viviendas e infraestructura, ejecutadas y en ejecución) un monto aproximado a los veinticinco millones de pesos. Cuando hablamos de infraestructura nos referimos a salones de usos múltiples (tan necesarios para la vida en comunidad), plazas y paseos, veredas, calles, iluminación, forestación, etc. Algunos de los pueblos en los que se intervino son: Tatón, Balde de la Punta, El Quemado, Telarito, Casa de Piedra y Anillaco.

El objetivo general del programa “Ahora los pueblos” es el de brindar soluciones integrales al desarrollo humano de los pueblos, puestos y parajes. Impulsar el desarrollo local en comunidades pequeñas de base rural, a través de una estrategia que satisfaga las necesidades en: infraestructura básica, social y productiva; agua potable y de riego; salud, educación, seguridad, trabajo, vivienda, caminos, comunicación; rescate y promoción de las artes y oficios locales; saneamiento de títulos; nutrición, deporte capacitación y fortalecimiento familiar con el acompañamiento de autoridades municipales y legislativas y organizaciones no gubernamentales que deseen adherirse.

El ingreso de pequeños poblados al Programa, está en directa relación con el área de intervención que definan los entes estatales, previendo sus prioridades y factibilidad de realización, detectando en el marco de las mismas, a las familias particulares que presenten mayor índice de vulnerabilidad y/o precariedad. Según las necesidades que competa cubrir a cada Ministerio, Secretaría o Administración, se evalúa la incorporación de los núcleos familiares en calidad de potenciales beneficiarios con soluciones puntuales. Respecto a las necesidades comunitarias, los organismos pertinentes, elaboran proyectos determinando el alcance de la población beneficiaria, los costos y las responsabilidades que le competan. Como puede notar el lector, es un trabajo interrelacionado entre los distintos organismos del Estado.

Un mundo para algunos

El muchachito que iba con sus padres en el auto (que les contábamos al comenzar la nota) notó, al pasar nuevamente por el lugar ya entrada la noche, cómo ese foco, aparentemente ubicado sin sentido y que le llamaba la atención cuando pasaron de ida, iluminaba ese sector de la banquina y entendió que, gracias a esa luminaria, los pobladores podían esperar el ómnibus más seguros en la madrugada, cuando todavía está oscuro.

Un foco… un simple foco, puede ser “un mundo” para algunas personas. Quizás esto no llegamos a dimensionarlo en una ciudad. Pero está claro que un pueblo tiene otras vivencias, otras realidades…

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