Caminos que nos unen

El país necesita que se sigan construyendo buenos caminos.
El país necesita que se sigan construyendo buenos caminos.

El 5 de octubre se conmemora en nuestro país el Día del Camino. Esta fecha recuerda la creación, en 1932, del Ente Vial Nacional, hoy conocido como Dirección Nacional de Vialidad.

Al hacer una mirada retrospectiva, resulta inevitable reconocer que la construcción de los caminos estuvo estrechamente relacionada con el engrandecimiento de nuestra patria. Es así como el desarrollo caminero tuvo su correlato en el progreso sostenido y en la unificación del territorio nacional.

Si bien, en los comienzos el estado de las vías terrestres era precario, el avance que trajo aparejado la modernización se vio plasmado en el mejoramiento de las condiciones de los caminos.

Al indagar el sitio web de Vialidad Nacional, podemos adentramos un poco en la historia de nuestros caminos. Descubrimos que, durante la segunda presidencia de Roca se creó el Ministerio de Obras Públicas, fundándose la Dirección de Vías de Comunicación, en cuya órbita se encontraba Puentes y Caminos.

La provincia de Santa Fe promulgó en 1927 la primera Ley Orgánica de Caminos Pavimentados. La misma destinaba un presupuesto de 30 millones de pesos a la construcción de caminos. Los recursos eran provenientes de fondos especiales del gobierno y de un gravamen de de dos centavos por litro de nafta.

La mencionada ley se fundamentó en el estudio de las civilizaciones precolombinas, que se caracterizaron por la construcción de rutas pavimentadas con grandes losas, en México y en el Imperio de los Incas, que resistían las inclemencias climáticas permitiendo la circulación segura de la producción.

El 5 de octubre de 1932 se promulgó la Ley 11.658 que estableció la creación de la Dirección Nacional de Vialidad, que mencionamos al principio de esta nota. La misma dispuso la asignación de recursos por un impuesto de cinco centavos por litro de nafta y otro adicional del 15 por ciento sobre el valor de los lubricantes.

A su vez, dicha normativa determinó la creación de una ayuda federal para la construcción de caminos provinciales. No obstante, la ley establecía que los estados provinciales no podían gravar el precio de la nafta a más de 2 centavos por litro.

Desde el Estado nacional se inicia un período de estudio, proyecto y construcción de las principales carreteras que componen la actual Red Vial Nacional.

El desarrollo de las rutas intensificó el intercambio comercial, social y cultural entre diversas localidades situadas en las diferentes regiones de nuestra patria, que a su vez fue acompañado –en su momento– por la conexión generada por el tendido ferroviario.

En el año 1958, se dictó una ley, que, entre otras medidas, dispuso una nueva estructura para la Dirección Nacional de Vialidad y creó el Consejo Vial Federal (compuesto por las Vialidades Provinciales). Asimismo, dividió a la Red Caminera Argentina en Red Troncal Nacional, Red Primaria Provincial y Red Comunal, asignándole responsabilidades y recursos específicos para el financiamiento y construcción de las mismas a Vialidad Nacional, Vialidad Provincial y las Comunas, respectivamente.

La historia siguió su curso y los diferentes acontecimientos fueron atravesando a la Dirección Nacional de Vialidad, que desde el momento de su creación hasta la actualidad, cumplió con la función de construir y conservar caminos, promover el progreso, aunar culturas y unir al suelo argentino.

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