Desde este espacio de opinión, los vecinos de nuestra ciudad saludamos al intendente electo, el licenciado Raúl Jalil. Nuestra mejor forma de hacerlo es aportando algunos pensamientos que compartimos entre todos.
La ciudad de SFVC afronta serios desafíos de cara a las próximas décadas. Como ya lo analizamos en otra oportunidad, los datos del último censo nacional hablan de una realidad dolorosa: el interior de la provincia se está despoblando y el Área Gran Catamarca crece. Por lo tanto, nos enfrentaremos con problemas como la falta de agua –por la gran extensión de la urbe– y de energía –ante la escasez de combustibles fósiles–. Sumamos también a estos servicios básicos, la falta de oportunidades de trabajo, el crecimiento descontrolado de la trama urbana, la ausencia de un sistema de transporte sustentable, el destino de la basura, etc.
La planificación, entonces, es clave. No debemos olvidar como modelos de previsión a Luis Caravati, Eduardo Sarrahil y Rubén Gazzoli, quienes sentaron las bases del ordenamiento de nuestra ciudad a lo largo de su historia.
Transformar y ordenar una ciudad no requiere de mucho tiempo. El arquitecto Jaime Lerner –alcalde de Curitiba elegido tres veces y nombrado reiteradamente en este espacio– sostiene que se puede hacer un plan para una ciudad, sin importar su escala, consiguiendo resultados satisfactorios en sólo tres años.
Puntos prioritarios de la agenda
El intendente electo de SFVC tendrá que afrontar varios desafíos en su agenda. Uno de estos debería ser el trabajo prioritario del transporte público con visión de futuro; asumiendo que los resultados completos, quizás, no los vea en su gestión. No se puede pensar en una ciudad solo para el coche. Si una ciudad cuenta con un buen servicio de transporte público y con extensas bicisendas en su trama urbana, la gente va a optar por éstos, alternando su uso con el automóvil particular.
Otro, sería intervenir en parques, plazas y parques lineales, considerando el derecho democrático que tienen todos los ciudadanos en el uso de los espacios públicos abiertos.
También, separar la basura debería ser otro de sus pensamientos recurrentes. Esto es fundamental, ya que las ciudades contribuyen fuertemente a la contaminación que trae por consecuencia el calentamiento global. En materia de residuos, la sostenibilidad es una ecuación entre lo que se ahorra y lo que se desperdicia.
Humanizar las obras
Un reto interesante sería “darle contenido y sentido” a las obras que deja el Gobierno Provincial saliente. El Predio Ferial, el estadio de Fútbol Bicentenario, el Complejo de Museos en el predio de la ex cárcel, la manzana del ex Hospital San Juan Bautista, por citar algunos, deberían convertirse, con ideas creativas, en generación de fuentes de trabajo genuinas entre los emprendedores turísticos y culturales de la ciudad.
El intendente electo tendrá que trabajar en “el cambio de mentalidad de los vecinos”. Y en este campo los niños pueden ser de gran ayuda, ya que ellos se encargan de trasmitirlo a sus padres. Tiene su lógica: es imposible que la gente grande cambie de actitud frente a los problemas urbano-ambientales que nos toca enfrentar en estos momentos. Los niños comprenden lo que se viene, ya que el futuro es de ellos.
Lerner tiene razón cuando habla, con convicción, que una ciudad puede cambiar en tres años. Cuando se postuló para su tercer período de alcalde –luego de algunos años que estuvo alejado de la política– sólo le bastaron doce días de campaña para ganar la elección holgadamente. Esto deja entrever la huella que dejó en los vecinos y la claridad de su pensamiento.
Le deseamos éxito en su gestión al futuro intendente. Seguiremos de cerca sus pasos, observando críticamente y aportando desde este espacio en la construcción de ciudadanía para que la ciudad crezca.