Cuando un turista visita la ciudad de Mendoza cae en los encantos de una calle que invita a disfrutar de la noche de la ciudad cordillerana.
Al tomar contacto con sus vecinos y decidir ir a beber unas copas para saber más de sus costumbres, todos coinciden en decir: “nos vemos en la Aristides…” La calle gastronómica y del diseño por excelencia. El nombre completo de esta avenida es Aristides Villanueva, pero todos la conocen por el nombre y no por el apellido.
Caminando por esta ancha calle, se pueden conocer los mejores lugares para comer, los bares más especiales donde probar los tragos más exóticos y visitar las tiendas que proponen una increíble oferta en indumentaria y con la posibilidad de obtener increíbles descuentos.
Los comerciantes y vecinos de esta calle emblemática del entretenimiento mendocino, tienen hasta una revista llamada “Aristides-in” y un sitio web. Y como ellos sostienen, su crecimiento es gracias al incondicional apoyo de los vecinos de las seis cuadras que componen su recorrido.
La Aristides, es un muy buen ejemplo de cómo se puede planear un centro comercial a cielo abierto en una ciudad contando con la cooperación de los vecinos. La comunicación y la coordinación con el municipio de la ciudad, se nota cuando alguien recorre esta calle.
Es muy interesante sentarse en alguno de estos negocios de gastronomía a la noche y observar la incesante circulación de turistas. Y lo más llamativo, la enorme cantidad de turistas extranjeros que la recorren. Es normal encontrarse con ingleses, franceses, alemanes y hasta de los países más exóticos de Asia o África.
Mucha de la gente que decide pasar un buen momento en la Aristides corresponde a jóvenes entre 25 y 35 años. Chicas y muchachos que deciden pasear por Latinoamérica y que cuando llegan a Argentina van al norte –Salta y la Quebrada de Humahuaca– y después hacen escala directa en Mendoza.
La moda y el diseño mendocino, está presente con una gran cantidad de tiendas que muestran a los modistos de la zona, quienes a su vez organizan desfiles a beneficio, para mostrar las últimas tendencias y la moda urbana.
La gastronomía también está presente con innumerables propuestas para el “after office” con una coctelería que al verla, parece casi un arte. Los bares y restoranes brindan platos orientales y europeos, gran variedad de quesos de la zona, todo “regado” con el excelente vino mendocino, de calidad de exportación.
Pero también, en la Aristides, pueden encontrarse locales dedicados exclusivamente a la salud y la belleza, como gimnasios, camas solares y tratamientos corporales. No olvidando otros servicios, como los institutos que brindan clases se idiomas o destinados a estudios que diseñan y decoran los locales de la zona.
Un comentario aparte merece la instalación de hostels que forman parte del circuito internacional de este tipo de alojamientos. Éstos constituyen un gran atractivo para los turistas extranjeros que mencionamos anteriormente.
Es un verdadero placer caminar de noche por las amplias veredas bien iluminadas de esta avenida mendocina, en las que se encuentran mesas con turistas, en medio de árboles frondosos regados por las siempre ponderadas acequias, con el andar tranquilo de los automovilistas y el singular recorrido del “trole” de la ciudad.
La “Aristides” constituye, sin lugar a dudas, un excelente ejemplo de centro comercial a cielo abierto, como sucede también en la ciudad de Salta con la famosa “calle Balcarce”. No en vano los mendocinos, orgullosos de su tierra a la que aman, cuando tienen que invitar a algún visitante a pasar un grato momento dicen: “nos vemos en la Aristides…”
