Hoy quiero compartir con los lectores de esta columna un hecho cultural que sucedió a fines del mes de noviembre y que ubica a nuestra ciudad en primera fila en materia de cine.
Los días 26 y 27 de noviembre, se realizó el Cuarto Festival de Cortometrajes “El Héroe”, con la participación de realizadores de Catamarca y de otras provincias del NOA.
Con una programación rica en diversidad de géneros y propuestas estéticas, el encuentro se fue cimentando como un festival referente en la región, siendo cada vez más amplia la convocatoria de realizadores y público que siempre colman las expectativas de la organización.
Un total de veintiséis cortometrajes se realizaron exclusivamente para competir en las distintas categorías que conformaron el festival. Así, la selección competitiva duró más de tres horas, lo que significó un arduo trabajo para el Jurado que, con excelencia y docencia, determinaron el resultado de esta edición.
Un cortometraje
Una de las finalidades del cortometraje es conseguir la atención del espectador a través de la historia que se le presenta de manera sorpresiva, absurda, violenta, humorística, inexplicable o nostálgica. El abaratamiento de las nuevas tecnologías digitales, ha supuesto una revolución en el mundo de la realización.
Son pocos los circuitos de exhibición comercial de cortometrajes, por eso los certámenes, como el realizado en nuestra ciudad, proliferan cada año en muchas partes del mundo.
Este género cinematográfico se ha transformado en uno de los formatos que mejor se adapta a Internet, convirtiéndose en una de sus plataformas de difusión. Sus características de corta duración y producción menos compleja, se ajusta mejor que ningún otro, a las necesidades de los espectadores.
Cine y turismo urbano
Felicitamos la iniciativa de los jóvenes realizadores catamarqueños que sueñan con este festival cada año y nos debe movilizar a los vecinos para apoyarlos. La ciudad se hace conocer a través de acontecimientos culturales de esta envergadura, constituyéndose en un suceso de promoción de gran calidad.
Viene a mi mente el recuerdo de cuando SFVC fue sede de un festival de cine nacional, casi simultáneamente con la primera edición de la Fiesta Nacional del Poncho en (por aquel entonces) las nuevas instalaciones del Cine Teatro Catamarca.
Quienes visiten el Museo de la Fiesta del Poncho, en el Predio Ferial Catamarca, podrán ver la foto de las actrices argentinas sentadas en unas simples sillitas de cuero, al lado de un bracero, comiendo unas empanadas en ocasión de dicho festival. Estas figuras, cuando conocieron nuestra cultura y geografía, y vivieron la experiencia de compartir la simpatía de nuestra gente, se convirtieron en difusoras de nuestro potencial turístico.
Por ello, este festival, logrará cada año y con el apoyo del Estado, los empresarios y los vecinos, que se convierta en una fecha importante de la agenda cultural para atraer turistas interesados en este tipo de temática, generando ingresos genuinos a la ciudad.